lunes, marzo 19, 2007

Post sin título

Somos como hojas al viento.

Nos pasamos la vida haciendo planes y pensando en detalles: ¿qué espero de la vida? ¿con quién estaré? ¿de qué color quiero que sean los manteles de la fiesta de bodas? ¿en qué empresa trabajaré? ¿qué coche me voy a comprar?

Y el tiempo pasa y nos demuestra en cada uno de sus movimientos que no somos más que un capricho de circuntancias que nos lleva por caminos diversos, desconocidos, poco planeados, no visualizados y a veces dolorosos.

Somos un producto de la casualidad, que comenzó desde que la mamá le hizo caso al papá, y luego una noche hicieron el amor y dentro de miles de posibilidades ganamos la carrera más importante de nuestra vida. Luego los encuentros y los desencuentros, nada es como lo planeamos.

Si la vida es una suma de circunstancias quizá el proceso a la felicidad sea al contrario: ponemos como metas cosas muy generales. Valores sin los que no podemos vivir. Y las circunstancias y los detalles los vamos construyendo con lo que tenemos a la mano y nos dejamos llevar por ellas, en lugar de perder el tiempo y las ilusiones en imaginar pequeños detalles que por la vía de los hechos resulta imposible cumplir.

1 comentario:

Fedora dijo...

Agregaria una frase de Sartre "Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace"

Asi es mi querido Efren, las metas e ilusiones sirven para enfocarnos pero definitivamente no podemos apostarle todo a ellas.

Le quedo bonito el cambio... Saludos.

Y ahi viene su cumple!!!