Ya compramos el refri. Teníamos dos opciones.
a) Uno bien chingón, cuya principal monería es un despachador de agua fría, dos litros. Imaginé cuando cansado de jugar futbol o de trabajar, apagaría la sed del calor autlense con esa agua.
b) Otro bien chingón. Cuya principal monería es que justo frente a la salida del aire helado tiene un depósito elegante para seis latas. E imaginé matar ese mismo calor y sed con unas Pacífico de lata o una Coca.
Por su puesto que compramos el de la opción B.
lunes, marzo 22, 2010
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1 comentario:
Está re padre, gracias futuro esposo.
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