Y ahí está, Carlos Efrén vestido con un terno azul marino, grana y verde pistache, dándole un soberbio derechazo a este ejemplar de la ganadería de Lala, con 150 kilos de peso, pinta blanca y mariachera.
¿Ya vieron esas vacas? Algunas están chidas, lo que está muy mal es que algunas ya están muy maltratadas.
Todas generan actitudes diferentes y extrañas. Como la mía que me puse a torearla y busqué por todo el centro de Guadalajara la que humillara mejor. Si no fuera por la panza, la pinta de torero sí la tengo ¿a poco no?
Sin más.
Le seguimos luego.
lunes, enero 29, 2007
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4 comentarios:
Ole!!
Lo que pasa es que pasan mucho tiempo a la intermperie... las que veo todos los miercoles son las de chapultepec.. hay una interesante que tiene el juego de escaleras y serpientes pintado.. no se porque pero me gusta mucho.
Saludos torero, suerte en el carnaval de Autlan
El pedo es que muchas veces la gente no respeta nada... me da mucho pinche coraje que se hayan volado las vacas que iban dentro de otra en vallarta y que se hayan volado la laptop de chapultepec y la paz... pinche gente...
Guadalajara perdió el respeto por las cosas ajenas.
Es terrible ver como las familias que visitan el centro y todos los lugares donde ubicaron estas vaquitas, los papas dejan que los niños se trepen a ellas, las picotién, les arranquen pedazos y los papás hasta les festejan.
Aun así las autoridades se atreven a decir que Guadalajara es la capital de la cultura en Latinoamérica.
No pues, yo no las pude ver en el DF, pero todavia alcance a ver unas en Guadalajara, y si muchas estan padres...
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