¿Ya vieron esas vacas? Algunas están chidas, lo que está muy mal es que algunas ya están muy maltratadas.
Todas generan actitudes diferentes y extrañas. Como la mía que me puse a torearla y busqué por todo el centro de Guadalajara la que humillara mejor. Si no fuera por la panza, la pinta de torero sí la tengo ¿a poco no?
Sin más.
Le seguimos luego.